Las marcas minoristas buscan estrategias innovadoras para defender el acto físico de compra del crecimiento del comercio electrónico.
Es bastante evidente que una de las principales amenazas para el retail es la emergencia y crecimiento de las ventas online. Excluyendo las ventas de viajes y tickets, que son las categorías más asentadas en compra online. Excluyendo las ventas de viajes y tickets, que son las categorías más asentadas en compra online, el ecommerce está estimado que crezca a nivel global un 18,4% en 2015 según el Centre for Retail Research. En España la cifra de crecimiento prevista en ese estudio es ligeramente superior, del 18,6%. Aunque la cuota de mercado de las ventas de productos online en España es bastante baja (un 3,5%) especialmente si la comparamos con la de Reino Unido (15,2%), Alemania (11,6%) o Suecia (7,8%).
Siempre se ha creido que el impacto de lo cibernético en España sería inferior por cuestiones de clima y cultura. El buen timepo, nuestra cultura latina y una estructura del comercio con mayor peso de los pequeños minoristas invitan a hacer más vida en la calle y, por consiguiente, también a experimentar más el acto de compra físico (de ahí la importancia de una buena estrategia de publicidad en el punto de venta o PLV). Pero el crecimiento del online está ahí y ese crecimiento, aunque en ocasiones viene generado por compras compulsivas que posiblemente no se hubieran hecho en tienda generalmente desde los smartphones, en general son menores compras que se hacen en la tienda.
Venta móvil, pero con ruedas
Algunas experiencias tratan de combatir el impacto del ecommerce a través de soluciones móvies, pero móviles de verdad. Es el ejemplo de los Fashion Trucks. Tiendas móviles que van a la búsqueda de sus clientes haciendo realidad aquello que si “Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma”. Algunas marcas en Estados Unidos han comenzado a montar tiendas itinerantes en viejos autobuses o camiones que acercan el producto a sus públicos ofreciéndoles además una experiencia de compra diferente. La idea promueve la compra por impulso al ir al encuentro del consumidor además de convertirse el vehículo en un auténtico soporte publicitario para la marca. Esta tendencia, sigua la de los Food Trucks, negocios de comida callejera que en España todavía sufre de múltiples trabas legales pero que cada vez se asienta más en otros páises.