Estamos cansados de escucharlo en todas partes, lo importante son las personas. Para todo. En todo. En las empresas no iba a ser diferente. Hay algo que puede hacer destacar tu compañía y hacerla diferente, ese algo son las personas y lo que éstas estén dispuestas a hacer por tu marca.
Rectificamos, hacer no, sentir por tu marca. No pretendemos quitarle importancia a que la gente que trabaja día a día para tu marca sea eficiente, capaz de aportar valor, ideas, talento. Todo eso es genial y muy necesario, pero hay algo que transforma una marca corriente en una marca imparable (sí, imparable) y es que la tropa de personas que haya detrás de esa pequeña, mediana, o gran compañía sientan por ella, sientan con ella y trabajen como si ésta fuera suya.
Un producto, un servicio, un proceso, incluso la tecnología puede plagiarse. Tu competencia lo sabe y no dudará en hacerlo, pero las personas… las personas son únicas y si tienes la certeza que las que están contigo te seguirán como los 300 espartanos siguieron a Leónidas tienes mucho ganado en esta batalla.
Ahora en serio, la diferencia la marcan las personas. Y tan importante es atraer y retener a los mejores baluartes para tu marca, como saber localizar aquellos que no lo son. Cuando tenemos talento pero éste no es afín a los valores y cultura de nuestra compañía, por mucho talento que sea no nos sirve y lo mejor es dejarlo ir. Porque buscamos o deberíamos buscar talentos emocionales, no racionales. Como la vida misma, si tu novio es Brad Pitt pero no prepara tu desayuno con el amor que tú necesitas, tal vez sea mejor que prepare desayunos para otra persona que tal vez no imponga ese preciso requisito.
Nuestro equipo ha de estar formado por personas que además de buenas en lo suyo, vean el mundo lo más parecido posible a como lo ve nuestra marca. Encajar, entender, empatizar, comprometerse, ser fiel. Todos en una misma dirección, no porque es lo que toca, porque es lo que siento.
Eso es construcción de marca desde dentro. Y no hay nada más amenazante para la competencia que un equipo cargado de talento y con la marca en el corazón. Nuestro objetivo es encontrarlos y una vez estén con nosotros, cuidarlos. Para que esa chispa que se ve en los ojos de tu comercial cuando vende tu producto no se apague. Porque si conseguimos eso, a ese miembro de nuestro equipo no se le podrá comprar, ni fichar, no te fallará a ti, ni mucho menos a tu marca. A su marca.
Y en el futuro cuando se separen vuestros caminos, se marchará a trabajar a otro lugar, pero nunca a una marca de la competencia. Si eres de Coca-Cola, no beberás Pepsi, ni le darás Like a sus posts en Facebook. Si te criaste desayunando Cola-Cao, no aceptarás un Nesquik.
Eso es valor de marca y eso es lo que buscamos.
Encontradlo. Retenedlo.