Algodón de azúcar, nubes de color rosa, piruletas de fresa, unicornios que vuelan, arcoíris infinitos y margaritas que solo dicen “me quiere”. Lo cuqui, lo positivo y lo naíf está de moda. El pasteleo de toda la vida había llegado… ¿para quedarse?
La banda sonora de Psicosis suena en la cabeza de un diseñador cuando oye a su cliente formular las palabras mágicas: “Diseña algo estilo Mr. Wonderful…” y la creatividad saltó por la ventana y murió.
Porque sí amigos, el estilo Mr Wonderful ya es toda una corriente gráfica establecida y acomodada. Un poco de tipografía manuscrita, otro poco de ilustración y una buena banderola y ¡tacháaaaaaaaan! tu diseño hará las delicias de los presentes.
Los autores de la tipografía Arsenale White y Brain Flower , Windsor o Lobster aún están frotándose las manos.
Pero todo en la vida tiene un principio y un final y aunque hubo un tiempo en que el que pensamos que éste era un punto sin retorno, tal vez ahora estemos ante el fin de esta etapa.
¿Alguien recuerda la moda de las chicas alargadas de Jordi Lavanda?
O los corazones y estrellas de Agatha Ruiz de la Prada o el colmo del cuquismo… los calendarios o Power Points de Anne Geddes con sus bebés.
Todos recordamos los duros tiempos dictatoriales de la temida Comic Sans. Pero todo aquello pasó, quedó en el olvido y hoy al pensar en ello es inevitable recordarlo como algo un tanto rancio. No es que no nos guste Mr Wonderful, no nos malinterpretéis. El problema no lo tiene el estudio creativo, somos los usuarios los que hemos alzado hasta esas nubes rosas de algodón esta tendencia de diseño. El verdadero problema es que cuando algo funciona todo el mundo quiere subirse al carro. Porque, para qué vamos a innovar y buscar nuevos caminos creativos pudiendo utilizar algo que funcióna… ¿qué importa que otras 12.000 marcas vayan a hacer lo mismo que nosotros…
Y la creatividad saltó de nuevo por la ventana.
¿No es el diseño es el encargado de encontrar y plasmar soluciones creativas a un problema comunicativo? Pues dejemos al diseño hacer su trabajo, dejemos al diseñador buscar un camino interesante con un lenguaje adhoc para cada campaña.
El problema no lo tienen Angi y Javi (sus creadores) el problema es de los que han intentado explotar algo original hasta el tedio y el hartazgo más absoluto.
Parece que lo cuqui está quedando atrás, al igual que lo hipster… ya hemos oído campanas, las barbas hipsters recortadas en barberías old school dejarán paso a las barbas de náufrago, pantalones desgastados y roídos. Ahora en lugar de intelectuales pareceremos mendigos. Quién sabe… pero de esto hablaremos otro día.
¡Y recordad!
Si amas lo que haces nunca habrá lunes tostones 😉