«La navegación móvil y la visita a la tienda física se fusionan para tomar la decisión final»
¿Puede ser más complicado el proceso de compra? La respuesta es sí. Cuando pensábamos que ya no puede haber más componentes dentro de un proceso a priori tan simple como comprar una bombilla, sí amigos, la cosa se pone aún más interesante. Cada vez debemos tener en cuenta más y más elementos que intervienen en el consumidor para que sienta una conexión con un producto o con un punto de venta.
Así está el patio para las marcas y para los retailers. Se nos presenta un escenario complicado en el que moverse y que para colmo está en constante evolución. Aún no nos hemos acostumbrado a algo nuevo y ese algo evoluciona cual Pokemon. Ya lo decía la madre de Forrest Gump, “La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar…”
El otro día buceando por internet nos encontramos con un nuevo concepto de consumidor: El consumidor omnicanal. Han leído bien, omnicanal, no multicanal. Si multicanal ya nos ponía nerviositos, omnicanal… Pasamos de muchos canales, a todos. Y lo peor mejor de todo es que como bien saben, el cliente siempre tiene la razón y si ellos son omnis nosotros debemos serlo con ellos. Ese dispositivo que llegó a nuestras vidas llamado teléfono móvil se ha convertido en el mal personificado favorito para integrarse en cualquier proceso de compra que se precie.
Cada día nuestros móviles tienen un papel más protagonista en nuestras vidas y por ende en nuestras decisiones de compra. Un estudio de xAd nos confirma que los consumidores complementan toda la información que obtienen en sus búsquedas en smartphone con cada vez más visitas a las tiendas físicas. De esta forma, la información pre-compra es muy completa y acaba en el punto de venta donde se toma la decisión final.
Por este motivo, las visitas a las tiendas físicas son cada vez más importantes porque allí se produce “la hora de la verdad”.
Lo que sabemos es que el consumidor viene de casa con los deberes hechos. Tiene claro qué quiere, qué le interesa, qué dice la red sobre los productos y una vez completada su tarea online, culminan la offline buscando el producto y comprobando si cumple con sus expectativas sobre el terreno.
¿De qué debemos ser capaces? Debemos ser plenamente conscientes del punto de este proceso se encuentran los consumidores cuando llegan al punto de venta y atacarlos con nuestras mejores armas.
Como marcas o como puntos de venta, no podemos seguir lanzando mensajes concretos ajustándolos a según qué lugar, porque ya no existen lugares concretos. Los espacios se fusionan y como dijo un sabio, no podemos poner diques al mar.
El proceso de compra ahora se ha convertido en una macroexperiencia que inunda una gran cantidad de escenarios y que emplea todas las herramientas a su alcance. Debemos tener en cuenta todos y cada uno de estos elementos. No son nuestro enemigo, son nuestro aliado, solo debemos conocerlos y usarlos para potenciar nuestras ventas.
Bienvenidos a una nueva era. No se acostumbren mucho, que mañana llega otra…